Goodbye

Capitulo 6.- La partida

Aquella mañana Yukina y Ansaku despertaron con resaca, causada por su aventura del día anterior.

-Buenos días
-No grites… siento que me va a explotar la cabeza.- La pelinegra se coloco los dedos frotándose sobre las sienes.
-Disculpa, ¿Cómo fue que llegamos aquí? -Ansaku se levanto con dificultad
-No se, no recuerdo nada
-Por fin despertaron.- una tercera voz se escucho en la habitación
-¡Naruto! ¿Qué haces aquí? –preguntó confundida Yukina
-¿No lo recuerdas?
-No… creo que de lo único de lo que tengo noción es de que fuimos a las tres escobas.- respondió Ansaku
-Bueno la verdad no se, pero llegaron de repente a la oficina de Tsunade y de pronto se quedaron dormidas en el suelo
-¡Santo Dios! ¿Dijimos alguna idiotez? –Pregunto con nerviosismos la kunoichi
-mmm. –Naruto se puso pensativo, él tampoco podía recordar muy bien lo que había pasado la noche anterior. –La verdad no estoy seguro
-Tú, ¿Nos trajiste? –Preguntó la peliazul
-Así es, yo y Kakashi-sensei
-Gracias. –Respondió Yukina

Las dos se levantaron de la cama, Ansaku se dirigió a la cocina para hacer el desayuno mientras que Yukina se metió a la regadera. Cuando terminó de bañarse la kunoichi se envolvió en su toalla y salio del baño, olvidando que Naruto seguía en la casa, la kunoichi iba muy pensativa, se dirigía a su recamara pero una voz irrumpió en sus pensamientos.

-Yukina-Chan
-¿Mande? –Yukina se giro para ver al rubio mientras este avanzaba hacia ella
-Anna quiere saber si… -Naruto no pudo terminar la oración porque resbalo con el rastro de agua que la pelinegra había dejada, el rubio choco contra ella pero para que no se golpeara la tomo del brazo jalándola hacia él, ocasionando que ella terminara encima de él, en una posición comprometedora.
-¿Están bien? Oh… ya veo, si querían tempos a solas, me hubieran dicho. –Ansaku se burlaba de la cara de ambos
-No es lo que parece. –respondió la kunoichi, Naruto tenía la mente completamente en blanco, su rostro reflejaba inmediatamente sus emociones, Yukina se levanto con cuidado de no tirar la toalla se metió a su cuarto y cerro la puerta dejando a Naruto en el suelo.
-¿Me ayudas a hacer pan queques?
-¿Qué?
-¿Me vas a ayudar o no?
-Si… -Naruto no tenía ni la menor idea de lo que respondía
-Será mejor que comience a hacerlos

Yukina salio de la habitación con su vestimenta de siempre, blusa negra, licra, minifalda y sus bellas botas de combate negras, se dirigió a la cocina tomo un poco de jugo de naranja y lo dejo sobre la mesa.

-¿Y Naruto?
-Se fue
-Ah…
-Estaba nervioso. –Yukina lanzo una mirada de odio
-Sólo somos amigo
-Nadie esta diciendo lo contrario… aunque se ven lindo juntos
-Eso no va a suceder. –comenzó a comer pan queques
-Tú y tu negatividad. –Ansaku bebió jugo de naranja
-No es negatividad, sólo soy realista. –Yukina dejo los platos en la tarja y se fue directo a la habitación
-No siempre vas a estar sola. –Ansaku le grito desde la cocina
-Es mi deber estar así hasta que a misión termine
-No vas a aguantar.- rió
-Hay mujer, dime como me voy a conseguir novio si en estos momentos soy la espía de una organización de asesinos
-Mmm… bueno quizás de tanto convivir con ellos… haaa que va vas a terminar con alguno de ellos
-¿Bromeas? Yo no juego con el destino, las cosas son como son y ya, si no tengo porque cambiar lo que ya esta escrito no lo haré
-No seas ridícula… -Anna avanzo hacia Yukina y le dio una palmada en la espalda
-¿Para que voy a mi recamara?… -Dio media vuelta y se dirigió a la sala, se seno en el sofá y encendió el televisor
-Voy a cambiarme a tu recamara
-Si esta bien
-¡Ah! –la peliazul soltó un enorme grito
-¿Qué sucede?
-Hay algo extraño y feo en la ventana
-¿Qué? –La pelinegra se levanto y corrió a ver que sucedía
-¿Qué es eso? Me parece que es una  nota
-Es de Deidara-san… -Le quito la nota al pájaro de arcilla y leyó en voz alta

“Yukina:

Itachi y Kisame tuvieron otra discusión, llegamos a un acuerdo y decidimos cambiar de equipo, Tobi empezara a trabajar conmigo… Kisame escogió a Zetsu, Itachi ya había hablado contigo… no te olvides de lo que te pedí.

Deidara”

Yukina terminó de leer, suspiro y volvió a colocar la nota en el pico del animal, hizo uso de su chakra para encerrarlo y explotarlo.

-Debo regresar
-No te apures, yo también debo irme
-Nos vemos Anna, te extrañaré
-Yo también.- Una lagrima resbalo por la mejilla de Ansaku
-Iré a hacer mis maletas. –Ansaku fue al cuarto de la kunoichi se cambio y comenzó a guardar su ropa.

Anna se llevo las maletas a la puerta, Yukina salió con ella para despedirla, ambas se dieron un cálido abrazo y comenzaron a llorar, después de unos minutos la peliazul ya estaba de vuelta. Yukina fue por su mochila, se la colgó salió del departamento y se fue directo a la oficina de Tsunade para despedirse.

-¡Hola! Wow ustedes viven aquí o que. –Dijo saludando a Naruto y su equipo
-Pasa Yukina
-¿Por qué esas caras? –Preguntó la pelinegra
-Nos acaban de avisar que ya encontrad al tercer miembro del equipo siete. –respondió Sakura
-Ah mira…
-¿Qué, no te importa? –Pregunto enojada la pelirosa
-Mmm… no es eso, bueno sí, no me importa
-¿Qué te sucede? –Dijo enfadada Sakura
-Bueno la vida continua, Sasuke se fue por voluntad propia, nadie lo obligo
-Eres como ellos. –Dijo Naruto molesto
-Claro que no
-Yo creo que sí. –dijo la pelirosa
-Obvio no, sigo siendo yo… pero he madurado con el tiempo… si quisiera quedarme en Akatsuki, ¿ustedes irían por mí?
-Por supuesto. –Se escucho un golpe en el fondo de la habitación, era Tsunade. Yukina y ella se miraron fríamente. –Eres una espía, no una de ellos
-Ya se… perdía el interés el día que Sasuke casi mata a Naruto

Todos se quedaron en silencio, nadie se atrevía a hablar, a fin de cuentas ella tenía razón, nadie lo había obligado ni siquiera su deseo de venganza, el buscada poder, aunque aún así no se atrevió a matar a Naruto.

-Debo regresar
-Quiero hablar contigo. –Nadie se movió. –A solas. -Todos menos Yukina salieron del despacho y dejaron ahí a Tsunade.
-¿Qué noticias tienes?
-Sin novedades
-No estarás pensando en traicionarme, ¿o sí?
-Para nada, ¿Por qué lo dices?
-Tus actitudes demuestran lo contrario
-No puedo decirte nada, porque no me tiene confianza
-¿Qué paso con el cuerpo de Sasori?
-No se
-Es lo único que sabes decirme
-Pues estuve descansando después de la misión, no se que hicieron con su cuerpo… me van a cambiar de compañero, aún no deciden quien va a ser
-Espero que no me estés traicionando. –Tsunade la miro fijamente
-No doy razones para que dudes de mí capacidad, debo retirarme

Yukina salió del despacho y se encontró con Naruto y los demás espiando, no le dio mucha importancia se siguió de largo hasta llegar a las afueras de la aldea.
-¿Crees que vaya a traicionarnos?
-No, la he entrenado bien, además si así fuera lo hubiera hecho desde el principio, con Gaara.
-Tienes razón Kakashi… pero no ha sido de mucha ayuda, sigo sin creer que a pesar de que ella esta ahí no haya investigado nada, Jiraya que no tiene informantes internos nos lo ha contado todo
-Bueno quizás como dijo, no le confían nada
-No la defiendas Kakashi. –Tsunade suspiro. –Salgan necesito meditar un poco las cosas

Salieron del despacho y acordaron ir a conocer al nuevo mimbro del equipo, mientras tanto Yukina se dirigía a Akatsuki, llevaba la mochila repleta de cosas que le había encargado Deidara, una vez que llego al lugar desactivo el sello y entro.

-¿Dónde estabas?
-No es asunto tuyo
-Lo es ahora que vendrás conmigo. –Yukina continuo su camino como si no lo hubiera escuchado, él se acerco y tomo su brazo con fuerza
-Suéltame Itachi
-Yukina, ya volviste. –El r ubio iba entrando al lugar, Itachi soltó su brazo entregándole un pedazo de papel
-¿Trajiste lo que te pedía?
-Obvio. –Itachi se retiro dejándolos solos
-Aún así no podremos revivirlo
-Entonces… ¿Para qué traje todo esto? –Pregunto agobiada la pelinegra
-En estos años de haber convivido con Sasori, yo supongo que aprendiste a elaborar marionetas
-No mucho, el uso de marionetas es aburrido. –Deidara comenzaba a desesperarse
-¿Sabes o no?
-Si… puedo construirlas, y supongo que colocarles armas
-¿Veneno?
-Puedo tratar
-Quiero que reconstruyas el cuerpo de Sasori
-¿Para qué?
-Tú hazlo, puede serte útil cuando te vayas con Uchiha
-¿Por qué no te agrada?
-Razones personas, y ¿a ti?
-Por lo mismo, creo… supongo que tome personales los problemas de otros y los hice míos
-Ah…
-Yo solita me entiendo, estoy un poco cansada, me iré  acostar un rato
-Adiós. –Yukina siguió y se perdió en la oscuridad del pasillo, observo unos minutos el pedazo de papel que traía en la mano, después de meditarlo un poco lo abrió.

“Nos vemos a las afuera de Akatsuki a las 7:00”

Eran ya cuarto para las siete, decidió irse para observar los movimientos de su nuevo compañero, salió sigilosamente de la cueva se trepo a un árbol, vio salir una sombra, en efecto era Itachi, no se atrevía a bajar se quedo un rato observando.

-Vas a estar así toda la noche. –Yukina se sorprendió, pero no dejo que este lo notara, así que se puso de pie y se recargo en el tronco
-¿Qué quieres?
-Conocerte
-¿Por qué?, me he enterado que eres una persona muy reservada, me extraña que tuvieras riñas con Kisame. Acaso fue por lo de nuestro primer encuentro casual, con la idiota de Konan
-Hnm. –Yukina bajo del árbol
-¿Por qué me miras así? –preguntó la pelinegra, comenzaba a sentirse incomoda al lado de Itachi, pero no entendía que era lo que le molestaba
-Eres tonta y débil

Yukina no dijo palabra alguna, finalmente había descubierto la razón de su incomodidad; por primera vez en muchos meses desde su llegada a akatsuki, alguien no la veía como un ninja, ni como una mujer, sino como algo que no conseguía entender. Ella se hundió por un momento en sus pensamientos “él esta viendo mi alma, mis miedos, mi fragilidad, mi incapacidad para luchar con un mundo que finjo dominar, pero del que no se nada”.

-No soy débil y mucho menos tonta, por razones obvias entre a esta organización. –Yukina había salido a la defensiva
-Eso lo determinare yo

Itachi inicio un enfrentamiento inesperado con Yukina, comenzó a hacer uso de sus técnicas, ella era una gran kunoichi, entrenada por Sasori y Deidara, pero esto sobrepasaba sus limites. Ambos estaban agotados habían dado todo, la kunoichi jadeaba de cansancio, el último ataque definiría si era una niña tonta y débil, estaba a punto de desmayarse, pero algo en su cuerpo comenzaba a suceder, Yukina cerro los ojos.

-Yukina…
-¿Quién eres?
-Deragonu
-¿Dónde estas?
-Junto detrás de estos barrotes, remueve el sello, sabes que no puedes contra Uchiha
-Claro que puedo
-¿Cómo? Si estas a punto de desmayarte
-No… -el alma de la pelinegra se vio atrapada por cadenas y la cola del Dragón salió a tomar posesión de su cuerpo
-¿Qué sucede? –Itachi miraba asombrado la escena, del brazo derecho de Yukina salía la silueta de un Dragón, un poderoso chakra color morado comenzó a rodearla, sus ojos se tornaron negros y lanzo su Ja-Ou-En-Satsu-no jutsu, que era literalmente el dragón liberado.
-Suéltame, maldito
-Haz ganado la batalla
-No te necesitaba
-Eres lo que esperaba, pronto nos volveremos a ver

Itachi logro esquivar el ataque, no era tan poderoso puesto que la kunoichi había tomado de nuevo control de su cuerpo, se mantuvo de pie unos minutos, miro a Itachi y cayo en sus brazos.